Mañana
se resolverá el campeonato Apertura de Liga Santafesina con un partido
final entre Belgrano y Gimnasia en cancha de Argentino de San Carlos a
las 14.30. Pero la noticia en verdad estuvo el sábado con una definición apasionante en tres canchas distintas.En
barrio Stratta Belgrano ganó no sin pocos escollos un partido tremendo
ante Ciclón Racing por 3 a 1, Gimnasia superó a Peñaloza por 4 a 1 pero
recién definiendo el match en los últimos minutos y Cosmos (ya fuera de
carrera) doblegó a Independiente en Santo Tomé por 3 a 1.
Por
ello, se verán las caras los dos mejores equipos del certamen en la
tierra de la cerveza dentro de sólo 48 horas. ¿Por qué ganó Belgrano?
Porque le sobró lo que nunca le faltó: gol.Cuando
en el primer tiempo Coria destrabó un manojo de nervios y puso el 1 a
0, el trámite del partido parecía encaminarse para el local. Sin embargo
el equipo pareció empezar a escuchar qué pasaba en el juego de Gimnasia
y fue así que Ciclón llegó al empate con un tiro libre de Bogao.
Belgrano
no se quedó y a pesar que retrasó sus líneas en la segunda mitad
siempre tuvo el juego controlado. Fue así que llegó un zurdazo de
Cristaldi a la altura del punto del penal para desnivelar nuevamente en
el peor momento del rojo. Ya parado decididamente de contra resolvió
todo Damián González tras eludir al arquero Franco para poner cifras
definitivas.
Cuando
el año pasado el equipo había perdido sendas chances de ascender de
manera directa ante Las Flores por la vía de los penales y ante
Universidad en la promoción, el plantel rojo se propuso casi de
inmediato tomarse revancha.
El
partido de ayer se jugó en base a eso: a sacarse una espina, a buscar
la vendetta, aun sabiendo que algunos de los protagonistas no fueron
parte de aquellas historias.
En
definitiva, el rojo cerró la primera parte de esta historia) que de
seguir así casi ineludiblemente lo depositará el año próximo en primera
división), con juego, con goles, con superioridad y siendo superior
porque durante la temporada no ha encontrado rivales a su altura.
Es cierto, Gimnasia sólo aflojó promediando el Apertura cuando cayó consecutivamente en tres juegos. Belgrano aprovechó pero algunos empates y la inmerecida caída ante Atenas en Santo Tomé lo relegaron a pelear palmo a palmo con el “pistolero”.
Un torneo casi perfecto puso al equipo de Sebastián Gómez en boca de todos, fue el que menos perdió y el que más goles convirtió erigiendo a uno de sus atacantes (Damián González) entre los máximos artilleros del campeonato. Pero lo más rescatable no son los números sino más bien observar cómo se mueve el equipo.
En lo futbolístico, una defensa mejor parada y con mayor tranquilidad, diminutos volantes laterales llenos de técnica (Aloy y Coria), internos que envidia cualquier institución (Fernández, Angulo o Marín), delanteros certeros (Cristaldi o González) y el mejor jugador del campeonato por segundo año consecutivo (Andrés Ibáñez). En lo físico, un grupo veloz que siempre encontró en el banco un jugador que rinda al menos igual que cualquier otro titular.
De igual manera lo que pasará el próximo martes estará relacionado íntimamente con la historia roja. Definir un campeonato fuera de su reducto, con su parcialidad a pleno, para quedar en la historia como en aquella tarde del ’93 en Ciudadela o en el ‘2007 en Guadalupe. Aunque este partido no sume un ascenso, la sensación está instalada que de conseguir el primer objetivo, el máximo de todos será difícil que se escape.
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